Las cataratas son como un trueno. Primero escucharás un sonido que se extiende por kilómetros, luego, no podrás quitarle los ojos de encima en una suerte de hipnosis.
Que algún conocido te haya narrado su visita, incluso, se te has maravillado con algún relato de viaje o sorprendido cuando películas como La Misión o Indiana Jones y la Calavera de Cristal las muestran en todo su esplendor. Pero cuando estés ahí, frente a imponentes paredes de agua, con la ropa empapada, y sea imposible hablar con tus compañeros de viaje por el ruido casi ensordecedor, sentirás que tenías que vivirlo en carne propia. Simplemente, decir “yo estuve ahí”.
Ubicadas entre Argentina y Brasil puedes disfrutar los ángulos que ofrecen ambas naciones. Pero también puedes explorarlas a pie, recorriendo las pasarelas que te darán vistas magníficas como su punto de mayor afluencia de agua: la Garganta del Diablo.
Otra opción es navegar en “gomón” (balsa de hule) y acercarte tanto, que la turbulencia del agua te generará cosquilleo y activará la adrenalina.
Si no deseas perderte nada, puedes navegar el tranquilo río Iguazú con sus hermosos paisajes, donde te costará creer que tanta calma se convierte en un incontenible caudal, a causa del desnivel de 80 metros responsable de una de las siete maravillas del mundo moderno.
Si vas en la fase de luna llena, no olvidarás el resplandor del agua en tonos plata.
MÁS QUE CATARATAS
La región argentina de Misiones está considerada entre los rincones mundiales de biodiversidad más atractivos. Un plan de varios días debe incluir el paso por el hito de las tres fronteras, donde pisará al mismo tiempo Brasil, Argentina y Paraguay.
La ciudad de Misiones bien merece un city tour. Caminarla, apreciar sus edificaciones, probar las frutas propias de la Amazonía, además de los platillos que fusionan varias culturas, y apreciar la ciudad desde los miradores que te brindarán una panorámica increíble, especialmente si vas al final de la tarde.
Una recomendación, lleva zapatos cerrados y oscuros porque al principio la tierra rojiza te parecerá fascinante, pero pasado un día sentirás que todo se ha teñido con ella.
EXPLORA LOS ALREDEDORES
Entre los lugares que no pueden faltar en tu agenda está el Parque de las Aves. Un refugio de 16 hectáreas de bosques, habitados por más de 150 especies de pájaros a los que se suman monos, cocodrilos y serpientes. Más de la mitad han sido recuperados de jaulas, cazadores furtivos, mercado ilegal. Se ha extendido de tal manera que cuenta con un extraordinario mariposario.
Otros atractivos próximos a Misiones son las ruinas de los Jesuitas, cuya historia de integración y a su vez conflicto entre culturas es fascinante, que dejó un legado considerado patrimonio de la humanidad. Considere visitar el nuevo Valle de los Dinosaurios, las Minas de Wanda con sus rocas cristalizadas y el emprendimiento ecoturístico de Aripuca.
Sea cual sea la agenda, al despedirse te quedarás con la sensación que te faltó mucho por ver, saborear y experimentar. Que no le quede dudas, Iguazú siempre será uno de los mejores viajes de su vida.
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