Blog - Nuevo Mundo Viajes

Un día en la nieve peruana

Por Karla Greta Alva Gutiérrez

“Primero lo nuestro y después el resto”, es lo que se suele escuchar siempre que decidimos emprender un viaje, pero no lo entendemos hasta que sucede. Viajar por el Perú es una de las experiencias más bonitas y enriquecedoras que le pueden suceder a una persona. Una de ellas es el nevado Huaytapallana, un lugar mágico que te deja sin aliento, pero te recarga de fuerzas para lograr conocer y tocar la nieve.

El día que llegué a Huancayo, quedé maravillada con el hermoso cielo y lo colorido de sus calles. No imaginé que tomar un tour al Huaytapallana sería el inicio de una de las mejores decisiones de mi vida.

La aventura empezó con la decisión de tomar el camino más largo pero plano, en lugar del camino más rápido. Al inicio del camino, mientras visualizábamos la vegetación, el guía nos iba contando que pasaríamos por 3 lagunas y en una de ellas haríamos un pago a la tierra para agradecer y pedir lo que necesitáramos.

Luego de una hora de caminata, nos detuvimos en la primera laguna donde realizamos el pago a la tierra. Cada persona escogió sus hojas de coca para pedir un deseo y entregó una ofrenda a la tierra.

El camino siguió y empezó la subida, a algunos nos chocaba la altura pues estábamos a 5000 msnm. Cuando terminamos una de las subidas logramos ver que nos encontrábamos frente a la segunda laguna. Una imponente agua de color entre verde y celeste, un cielo azul incomparable y de fondo el nevado, nos hacían sentir que estábamos en un lugar mágico. En ese momento, cuando creíamos que no podíamos ver algo más impresionante, empezó a nevar y lo único que queríamos era detener el tiempo.

El recorrido siguió y ya no importaba el frío, el hambre, el cansancio o la altura con tal de seguir en esta experiencia hasta llegar a la meta.  Caminamos casi 4 horas hasta llegar a ese imponente cerro blanco que nos regalaba la nieve que nunca habíamos visto y nos mostraba la diversidad del Perú.  Luego de fotos y muñecos de nieve, empezó el descenso donde caminamos más de 4 horas para llegar al lugar donde esperaba el carro.

Esta caminata de casi 10 horas, significó la experiencia más complicada pero hermosa y gratificante por toda la majestuosidad con la que nos recibió el Huaytapallana.

¿Te gustó este relato? Compártelo ahora con tus amigos en las redes sociales.

2 Comentarios