No desestimes el Jet Lag, esa alteración corporal inevitable que afecta a los viajeros que hacen largas travesías en avión. ¿Es posible combatirlo o por lo menos disminuir las incomodidades que ocasiona?
Deshacerse del Jet Lag, al que también se le llama “trastorno de desfase horario”, no es posible. Afecta a los viajeros que se ven sometidos a grandes cambios de huso horario en poco tiempo. Básicamente, lo que hace es alterar el reloj biológico del cuerpo, acostumbrado a un ritmo dictado por un lugar específico.
Entonces, cuando se alteran las condiciones del medio ambiente y momento del día, que el cuerpo no logra alinear con ritmo corporal, se producen dolor de cabeza, alteración del humor, malestar estomacal, sueño fuera de hora o insomnio, entre otras molestias, que en todos los casos impiden disfrutar cualquier viaje como corresponde.
La buena noticia es que el Jet Lag es temporal, aunque fastidioso no mortal y disminuir sus efectos es posible con algunos ajustes y trucos:
SIN IMPROVISAR
Días previos al viaje intente dormir una o dos horas más temprano o tarde, según sea el caso. Si vas a Europa, por ejemplo, intenta retrasar la hora del sueño y si va Asia todo lo contrario. Ten presente que experimentarás este desajuste dos veces: a la ida y al regreso. El segundo Jet Lag suele ser el más difícil de superar porque se le desestima y se le suma el cansancio propio del viaje.
AJUSTA LA HORA
Antes de llegar a tu destino, ajusta la hora de tu reloj de pulsera y del celular al nuevo huso horario, ayudará a que tu mente se adapte con más rapidez.
ADÁPTATE A TU NUEVO HORARIO
Al llegar a tu destino, asume el horario del lugar desde el primer día. Si, por ejemplo, a las 6 de la tarde para tu cuerpo son las 12 de la noche, mantente despierto por lo menos hasta las 9 o 10 de la noche, y al otro día levántate a la hora que acostumbras. Suele ser el mejor remedio para este desajuste. De lo contrario, la sensación perdurará por días.
DESPÍDETE DE LA SIESTA
Los primeros días del viaje evita hacer siesta, porque le restará horas al sueño nocturno.
MANTENTE HIDRATADO, COME LIGERO
Consume mucho líquido sin alcohol y bajo en azúcar, como agua, jugos, infusiones, café y bebidas energizantes (sin azúcar). También son de gran ayuda frutas frescas ricas en agua.
TÓMALO CON CALMA
Relájate, evita tomar medicación a menos que esté indicado por el médico. En realidad, para combatir el Jet Lag las acciones fundamentales son el primer día. Basta una ducha tibia, apagar el teléfono y la tele media hora antes de dormir, leer un libro o revista (los temas densos, aunque suene cruel decirlo, son perfectos en estos casos), respirar profundamente, una infusión y apagar la luz. Una noche de sueño reparadora ajustará tu cuerpo al nuevo horario.
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